Además de servir de escaparate para una amplia gama de bebidas y alimentos frescos envasados, los mostradores de bar y los expositores refrigerados son elementos clave a la hora de mantener el contenido fresco y preservar su calidad.
No obstante, a los alimentos se aplican normativas estrictas no solo durante la producción, sino también durante el suministro y el almacenamiento. Para garantizar que las bebidas sean refrescantes y que las disfruten los clientes, las botellas y las cubas de los mostradores se suelen mantener a una temperatura de +6 °C. Sin embargo, con los ingredientes para cocinar, a menudo se requieren temperaturas entre los +2 °C y los –20 °C. En ambos casos, el criterio determinante es la temperatura de almacenamiento, que debe mantenerse en el valor necesario. Los requisitos de refrigeración son muy exigentes, sobre todo en el área de servicio de alimentos. Las temperaturas ambientales elevadas y las puertas que se abren y cierran constantemente suponen grandes retos para los sistemas de refrigeración. Este es el motivo por el que la transferencia de calor de alta eficiencia y la mejor circulación de aire son elementos decisivos para los expositores refrigerados y los mostradores de bar en términos de efectividad y refrigeración garantizada.
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